Anny Silva (55) ha estado viviendo con vitíligo, una enfermedad de la piel, durante casi 25 años. “Pero acabo de darme cuenta de que puede afectar algo más que la piel”, le dice a LINDA.

Anny descubrió los primeros rastros de vitiligo en ella misma hace 23 años. Tiene entonces 32 años. “Descubrí el primer punto encima de mi ojo. Realmente pensé: guau, ¿qué es esto? Ese pequeño punto también parecía hacerse cada vez más grande. Casualmente acababa de ver en televisión a alguien que era tan moreno como yo y se volvió completamente blanco en poco tiempo. Lo único que pude pensar fue: esto es terrible”.

Decide acudir al dermatólogo. “Me dijo: 'Bueno, tienes vitíligo. No hay nada que puedas hacer al respecto. Me derivaron a una esteticista. Allí me regalaron un bote de maquillaje de camuflaje y listo. Entonces me sentí tan perdida y sola”.